jueves, 10 de mayo de 2012


De ante mano pido mis más sinceras disculpas a todos en la clase y en especial al profesor por la tardanza de mi publicación. La verdad soy una persona muy primitiva y desapegada en materia de tecnología.  No obstante tengo ganas de aprender o aun que sea me encantaría tener la ganas mismas ganas que tuvo Vargas de aprender jeje. Sin ánimos de ofender

Pasada ya la hora de entrada el profesor nos mostró una pieza que me pareció simplemente magnifica. Se puede ver que su sencillez esta abarrotada de increíble de increíble lenguaje que nos muestra una combinación de como la tecnología puede producir un choque estético de la mano con una potente carga de sublime reflexión. También tuvimos la oportunidad de hablar de elementos de artes de gran importancia que lamentablemente copie en la computadora, en el blog pero no supe guardarlo de manera adecuada y lo perdí. Tengo el firme propósito de leer los resúmenes de mis compañeros luego que consiga tiempo de calidad. Sin ánimos de parecer el amo y señor de la ocupación.
También tuvimos y en especial tuve la oportunidad de leer uno de los mejores ensayos que he leído, y me da un sorpresivo y exquisito placer de que sea sobre el presidente Vargas. La verdad no me atrevo a hacer un resumen del mismo ya que se me una síntesis de mi autoría me parece absurda el lado    de este escrito tan distinguido que llega al punto de dar nostalgia al terminarlo. Pero si puedo decir que la combinación de la narración de Uslar Pietri con la vida del presidente Vargas es sencillamente perfecta. Puedo decir que Uslar Prietri logra atraparnos en una vida de proporciones inconmensurables en todos los sentidos de lo que  Venezuela merece y necesita.
Algo que si me gustaría expones es tres fragmentos del texto que me parecieron tan acertados y con una valides universal.
"¿Hasta cuándo veremos con indiferencia la fatal paradoja de un país, el más fecundo por la naturaleza en medios de subsistencia y dicha, al paso que uno de los más desgraciados y miserables?"

“El descontento alcanza hasta la figura señera de Páez, porque se piensa que el gran jefe llanero, ha dejado de lado sus viejos conmilitones y se ha rodeado de la gente de universidad, de trabajo y de ley. “ me pareció una realidad venezolana con ciertas similitudes a la de hoy en día pero a su vez con diferencias abismales.  Vargas quien tiene asegurado el triunfo definitivo en lo más alto de la conciencia venezolana.
Una culminación que tristemente nos hace un llamado alarmante a la conciencia de lo nacional.


 Luego tuvimos la oportunidad de comentar sobre un video que ha hecho un boom en la sociedad venezolana de hoy en día. El nombre de este video-documental es Caracas ciudad de despedida. La verdad no tuve la oportunidad de ver este video sino hasta el día de ayer debido a mi conexión de internet que a veces viaja.}, como diría el profesor, a velocidad de antiluz. Pero tuve la suerte de escuchar opiniones de muchos grupos sociales que me rodean y con la increíble curiosidad, ayer me esmeré en esperar a que cargara el video.
 En muchas forma este video me ha mostrado perspectivas de lo que está pasando en Venezuela lo cual me parece un poco alarmante. En un primer plano este documental muestra como un fragmento de la sociedad  caraqueña pudiente, muestra intereses insípidos y sin un fundamento serio de lo que es Venezuela en estos momentos. La parte que me parece más interesante de este documental es cuando una de las protagonistas de este documental menciona que ella se va del país pero que sabe que aquí en Venezuela se queda gente a “echarle bolas”. Me parece muy curioso como esta chica pretende irse y abandonar de manera puñalada en la espalda una Venezuela con miles de razones para quedarse, Vargas es más que un ejemplo de lo que me refiero.
Pero en un segundo plano veo con cierta perturbación como toda la sociedad venezolana se ve sumida en un alarmismo mal intencionado. No obstante no quiero decir que el buen humor de los memes no sea simplemente genial. Lo que me preocupa es como tanta gente se encarga de tratar de aplastar a unos jóvenes que están, si se puede decir, “caídos de la mata” pero que no son abominaciones infernales, y que de alguna manera u otra, nosotros teníamos idea de que ya existían. 

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